Rajoy, que celebró un mitin en el Pabellón Municipal de Deportes de Santa Cruz de Tenerife ante unas 2.000 personas, se comprometió a ser "implacable" en la lucha contra la inmigración irregular y las mafias, que definió como "los negreros y los esclavistas del siglo XXI".

A su juicio, hay que tomarse "en serio" el problema de la inmigración sin caer en la demagogia, porque, de lo contrario, puede convertirse "en una pesadilla en el futuro".

Rajoy presentó su contrato de integración para los inmigrantes que quieran residir en España como una solución para conseguir que en el futuro "los derechos de los españoles no se vean perjudicados por todos los demás".

"No puede entrar todo el mundo que quiera sin control, porque no cabemos. Hay que hacer una apuesta contundente en favor de la legalidad, hay que empeñarse en que quien entre lo haga con contrato de trabajo", dijo.

CONTRATO DE INTEGRACIÓN

Tras recordar su procedencia gallega y subrayar que los canarios también tienen una larga tradición emigrante, indicó que tanto españoles como inmigrantes deben ser "iguales en derechos y oportunidades", pero también "en deberes y obligaciones".

Rajoy subrayó que el contrato de integración de inmigrantes que propone el PP ya se aplica de manera similar en otros países de la Unión Europea, como Francia, Reino Unido y Bélgica.

Con ese contrato de integración, explicó, el inmigrante que quiera quedarse en España tendría que "comprometerse a algunas cosas", como aprender la lengua española, respetar las leyes y asumir las costumbres españoles. "¡Es que es de sentido común!", remachó.

Rajoy manifestó que "no me vale con que los inmigrantes tengan que cumplir la ley, tienen que comprometerse antes a cumplirla" si quieren disfrutar de los mismos derechos que el resto de los ciudadanos, tener acceso a un empleo y recibir cursos de formación.

El candidato popular definió como "una gran tragedia humanitaria" cada muerte que se produce en el mar, lo que de inmediato le llevó a reclamar "contundencia" para combatir a las mafias que, como decía la madre Teresa de Calcuta, se aprovechan "de los pobres entre los más pobres".

Finalmente, Rajoy afirmó que será "un buen presidente para Canarias" si llega a La Moncloa y, para demostrarlo, anunció que el primer presidente autonómico con el que piensa reunirse después del 9-M es con Paulino Rivero, dado que Zapatero no lo hace porque es "rencoroso".