RAJOY: "EL PROBLEMA DE ZAPATERO ES LA FIABILIDAD, YA NI ERC NI MARAGALL CONFÍAN EN ÉL"
- Pregunta "con qué criterios morales funcionaría una democracia si no puede haber vencedores ni vencidos"
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El presidente del PP, Mariano Rajoy, considera que "el principal problema que tiene el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, es de fiabilidad, y como no hay claridad en las cosas, genera mucha desconfianza. Ya ni ERC ni Pasqual Maragall confían en él".
En una entrevista publicada hoy por el diario "Abc", Rajoy indicó que el "gran problema" del jefe del Ejecutivo es "la poca claridad y la escasa confianza que transmite en los temas fundamentales, quizá porque las convicciones no estén muy claras. Nadie sabe cuáles son sus verdaderas intenciones, porque yo creo que no lo sabe ni él".
En este sentido, dijo no saber si Zapatero "va a recular" respecto al Estatuto de Cataluña, y tampoco "si es verdad que Zapatero ha roto con ERC, pero si es verdad debería decírselo a la sociedad española. La poca claridad y la sensación de desorden son enormes. Hay desorden en todos los ámbitos por la falta de claridad y de convicciones del presidente del Gobierno".
Así lo revela también, a su juicio, la posición del presidente ante la situación del País Vasco. "Si Zapatero dice que estamos en el principio del fin, poco después ETA da a conocer un comunicado en el que no aporta nada nuevo, y, además, hay tres atentados; esto no casa".
"Zapatero tiene que hablar de esto poco; cuanto menos hable, mejor; tener una política clara y firme y buscar un pacto con la oposición", agregó. "Nada me gustaría más que recuperar el consenso. Eso pasa porque el Gobierno hable poco de terrorismo, respete el Acuerdo por las Libertades, no cambie la política antiterrorista, dé un respaldo claro a las víctimas y asegure que no va a pagar ningún precio político".
"La opinión pública, la gente de la calle, incluso muchísimos votantes del PSOE y dirigentes socialistas, no ven claridad, firmeza y convicción en la actuación del presidente del Gobierno. Yo estoy dispuesto a retomar el Pacto Antiterrorista", prosiguió, que "sigue plenamente vigente, entre otras cosas porque fue el instrumento más útil que hubo en la lucha contra el terrorismo".
DE LA DERROTA A LA NEGOCIACIÓN
Denunció que "hemos pasado de un horizonte que era la derrota de ETA a otro que es la negociación. ETA ha recuperado presencia, protagonismo y condiciona la agenda política del Gobierno. Hay cosas sorprendentes, como que estén las redacciones de los periódicos esperando los fines de semana para ver si ETA tiene a bien declarar una tregua".
Rajoy se preguntó "con qué criterios morales funcionaría una democracia si después de todo lo que ha pasado decimos que aquí no puede haber vencedores ni vencidos", y opinó que "sería letal para un sistema democrático que esto no se viera así".
A su juicio, en la manifestación de ayer se lanzó "un mensaje claro y nítido: Que el horizonte sea la derrota y no la negociación y el precio. La gente quiere consideración y respeto hacia las víctimas. Yo estoy dispuesto, si el Gobierno rectifica y es claro y tiene voluntad de luchar contra el terrorismo, como hemos hecho en los últimos años".
LOS "CONTACTOS" DEL GOBIERNO
El presidente del PP dijo que le consta "que ha habido contactos entre Batasuna y el PSOE. Por ejemplo, hace no muchas fechas, el sindicato de Batasuna, LAB, se ha entrevistado con el sindicato UGT. Es evidente que esos contactos se están produciendo. A partir de ahí, no estoy en condiciones de afirmar nada más porque no lo sé, pero digo que eso es enormemente negativo en la lucha antiterrorista".
Por otro lado, preguntado por la declaración unánime del Congreso de los Diputados en el 25 aniversario del 23-F, Rajoy reiteró que no está de acuerdo en el texto porque "el Rey fue factor decisivo para que el golpe de Estado no saliera adelante y la verdad y la historia hay que respetarlas siempre".
"La única razón por la que la hemos votado, según me han explicado mis compañeros, es para que hubiera una resolución condenando lo que se produjo el 23-F y evitar que algunos dijeran que el PP no lo condenaba", explicó, pese a que considera su contenido "una forma de hacer el ridículo frente a los partidos nacionalistas".
(SERVIMEDIA)
26 Feb 2006
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