Rajoy explicó en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que el Ejecutivo no puede impedir por si mismo que los aficionados radicales de los equipos acudan a los recintos deportivos, pero piensa hablar con los responsables de la competición para que tomen medidas a respecto.

Asimismo, explicó que las agresiones de los Ultra Sur estaban rodeadas de unas "circunstancias excepcionales" como consecuencia del atentado con coche bomba que ETA cometió en las inmediaciones del estadio Santiago Bernabéu.

"La actuación de la Policía Nacional no es siempre fácil y no lo era en aquel momento. La policía tiene que medir bien su obligación", dijo. "Una carga indiscriminada podría haber provocado lesiones a personas inocentes".

El ministro del Interior respondió asía quienes han acusado a las fuerzas de seguridad del Estado de mantener una actitud "pasiva" ante los ataques de los aficionados radicales del Real Madrid a periodistas, cámaras y viandantes que estaban en los alrededores del estadio.

Aunque Rajoy aseguró que nadie puede sentirse satisfecho por sucesos de este tipo, respaldó totalmente la actuación de la policía y afirmó que "actuó bien". "Otra cosa es que los objetivos se consigan al máximo", puntualizó.

En total, se detuvo a cinco personas durate los altercados, de las cuales tres están a disposición judicial. Para el ministro, los aficionados violentos que causaron graves destrozos antes del partido son "unos bárbaros que, en ocasiones, dejan la barbaridad a un lado para convertirse en delincuentes".

Por último, resaltó que la "gran rapidez" con la que actuó la policía, puesto que organizaron el dispositivo y desalojaron toda la zona en apenas 17 minutos desde el aviso de la colocación del coche bomba.