Rajoy acudió esta mañana a la madrileña localidad de Navacerrada para clausurar los cursos de verano de la Fundación FAES pero no quiso atender ninguna pregunta sobre la presunta trama de corrupción a pesar de los numerosos intentos de los periodistas.

Su actitud fue la misma que cuando ayer acudió a unas jornadas económicas organizadas por Caja Madrid y una avalancha de cámaras y periodistas se lanzó sobre él para preguntarle sobre el auto del Tribunal Superior de Justicia de Valencia en el que el juez aprecia indicios razonables de un posible delito de cohecho por parte de Camps.

Hoy, al igual que el martes, Rajoy permaneció inmutable a las preguntas de la prensa y, con amplia sonrisa, pasó por delante de las cámaras y los micrófonos sin abrir la boca ni mencionar palabra.

Mientras, los asistentes del líder popular trataron de apartar a la prensa al grito de "¡No va a hablar!" para que cesaran los intentos de interrogar a Rajoy sobre los avances judiciales del "caso Gürtel".

Rajoy ni siquiera quiso conversar en privado con los periodistas que habitualmente cubren todos los actos del Partido Popular. El líder de la oposición ha apostado por la estrategia del silencio a pesar de desde su entorno insisten una y otra vez en defender que tanto Francisco Camps como el tesorero, Luis Bárcenas, son inocentes de las acusaciones que pesan contra ellos.