Rajoy lanzó este mensaje durante la clausura del 14 Congreso Regional del PP de Madrid, en el que tuvo una breve intervención centrada en los problemas económicos del país y las sentencias del Tribunal Supremo de ilegalización de Acción Nacionalista Vasco y Partido Comunista de las Tierras Vascas.

Bajo la atenta mirada del ex ministro de Economía Rodrigo Rato, que reapareció en el cónclave popular para arropar a Esperanza Aguirre, Rajoy reivindicó la gestión económica de los ocho años que el PP estuvo en el Gobierno y la puso como ejemplo de lo que Zapatero debería hacer en estos momentos de debilidad internacional.

Rajoy acusó al jefe del Ejecutivo de haberse convertido en un "problema" por no ofrecer soluciones a la crisis económica, ya que considera que su "obligación" en estos momentos sería "dar respuesta a los problemas de la gente" pero "lisa y llanamente no lo hace".

Afirmó que Zapatero "se niega a sí mismo eludiendo la responsabilidad de gobernar. "Primero ocultó la realidad, engañó sobre la existencia de la crisis, cegó la realidad, disfrazó su origen, afirmó que estábamos más preparados que los demás y lo peor es que no quiere aceptar las propuestas y la mano tendida que algunos le hacemos", dijo.

Rajoy se mostró convencido de que España superará la crisis actual pero recalcó que su deseo es "salir pronto", sin que el tejido industrial del país quede destruido y sin que el número de parados aumente como lo ha hecho en el último año, con más de 500.000 personas que han perdido su trabajo.

Para acabar con estos datos, señaló que "hay que gobernar, hay que tomar decisiones, no se puede mirar para otro lado y echar la culpa de las cosas que pasan a cosas que vienen de fuera", como ha hecho Zapatero esta última semana con la crisis financiera de Estados Unidos.

Rajoy aseguró que la crisis se puede afrontar "de manera diferente" a como lo está haciendo Zapatero y, a modo de ejemplo, recordó lo hecho por el PP a su llegada al Gobierno en el año 1996.

"Se puede controlar el gasto público, se puede bajar el impuesto y dar un mensaje de confianza a las grandes empresas, se puede bajar el impuesto a las personas que pagan hipotecas, se puede hacer un cambio de ley en favor del mercado, eliminar trabas administrativas y se puede dar confianza", enumeró.

En su opinión, la crisis económica en España es "de confianza y de liquidez" pero puede corregirse si el Gobierno transmite seguridad a los mercados en lugar de quedarse parado, ya que "lo peor es no hacer nada".

Rajoy prometió ocuparse de este problema y se ofreció a los españoles como solución para atajar la crisis. Insistió en que los políticos están para poner fin a los problemas, no para crearlos. Por eso, al dirigirse a los militantes del PP de Madrid, les emplazó a centrarse en las preocupaciones de los ciudadanos y les comentó que, para saber "lo que no hay que hacer" sólo tienen que "mirar al señor Zapatero".

Finalmente, el líder de la oposición hizo un llamamiento a "hablar de la vida, de las personas, del futuro y de los jóvenes" y dejar "en paz el pasado y la muerte", como a su juicio está haciendo Zapatero con la Ley de Memoria Histórica y con su reforma de la Ley del Aborto.