En una entrevista que hoy publica el diario "El Mundo", Rajoy afirma que ha dado "enormes muestras de querer ayudar en el proceso", algo por lo que ha recibido "muchas críticas" del Gobierno y de otros partidos políticos.

"He sido leal al presidente", sostiene el líder del PP, "tal vez sea él quien no lo está siendo con los ciudadanos, que consideran inaceptable cualquier precio político (que se pague a ETA)".

En todo caso, afirma que acudirá a una entrevista con Zapatero si es convocado a ella. "Siempre que me llame el presidente del Gobierno, aunque se me critique, iré", afirma el presidente de los populares.

Respecto a lo que puede obtener ETA en una negociación, Rajoy señala que "no dejaría de tener su gracia que después de que las Cortes Generales dijeran no al 'plan Ibarretxe', ahora lo que no ha conseguido el 'plan Ibarretxe' lo consiga una banda terrorista porque ha matado, extorsionado y privado de sus derechos a la gente".

CHANTAJE DE ETA

A este respecto, el líder de la oposición afirma que "ETA está chantajeando al Gobierno de España, que se ha metido en un proceso sin que casi nadie tenga muy claro qué es lo que pretende".

Según Rajoy, la banda etarra "ha visto una oportunidad para conseguir los objetivos políticos por los cuales ha matado durante casi cuarenta años, y el Gobierno ha transmitido con su actuación la impresión de que hay una posibilidad de lograr esos objetivos".

En este contexto, el líder de los populares sostiene que "el motivo de esperanza que me queda es que siempre es posible volver al Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo. En ese marco, el Gobierno tiene mi apoyo para lo que quiera".

Respecto a la hipótesis de que el preso etarra José Ignacio de Juana Chaos fuera indultado para que ponga fin a su huelga de hambre, Rajoy se preguntó qué se hará entonces si también dejan de ingerir alimentos otros etarras o si hacen los mismo las víctimas de ETA.

En este sentido, añade que "el Gobierno tiene que hacer todo lo que esté en sus manos para que esa huelga de hambre no ponga en peligro su vida. Pero el Gobierno no puede aceptar un chantaje, porque entonces tendrá que aceptar los chantajes de cualquiera para que se incumpla la ley".

"LA MANO EN LA CAJA"

Respecto a los casos de corrupción urbanística conocidos en los últimos meses, Rajoy manifiesta que ésta no es una cuestión "de pactos, sino de leyes, de aplicar la ley con la mayor celeridad posible, de que funcionen bien las Fuerzas de Seguridad y la Fiscalía y de que el que robe vaya a la cárcel".

"El corrupto viola la Ley", añade, "y, por tanto, es un problema de que la Ley funcione y se aplique. Que no se busquen excusas y que cada uno acepte sus responsabilidades".

En esta línea, destaca que no aceptará "que jueguen con los intereses de millones de personas, y en cuanto tenga la prueba de que alguien ha robado o es un corrupto, aquí no tienen sitio. En el PP nadie mete la mano en la caja, y si lo hacen, se les expulsa".