Rajoy compareció en rueda de prensa en el Parador de Toledo al término del retiro de dos días que ha mantenido con los principales líderes del PP, como Angel Acebes, Eduardo Zaplana, Pío García-Escudero, Jaime Mayor Oreja, Alberto Ruiz-Gallardón, Javier Arenas y Josep Piqué.

En su opinión, que Zapatero invoque el derecho de reunión de los dirigentes batasunos en vísperas de la celebración de un congreso de la izquierda abertzale en Bilbao supone una "enorme irresponsabilidad" y una "desfachatez sin límites", además de una "cobardía" y una "humillación" frente a la organización terrorista ETA.

Rajoy afirmó que las declaraciones de Zapatero a un grupo de periodistas en la recepción real al cuerpo diplomático son "las más graves" pronunciadas por un presidente del Gobierno, ya que van contra la Ley de Partidos que permitió ilegalizar Batasuna y que fue aprobada con los votos del Partido Socialista, incluido el actual jefe del Ejecutivo.

El líder de los populares interpretó que la defensa del congreso de Batasuna es un paso más dentro de la "política de cesiones" del Gobierno, que, recordó, primero permitió que el Partido Comunista de las Tierras Vascas se presentase a los comicios autonómicos, luego rompió el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, más tarde aprobó una resolución en el Congreso a favor del diálogo con ETA y ahora "está mendigando una tregua" a los terroristas.

Rajoy destacó que la posición de Zapatero supone "un hecho sin precedentes en un país democrático" y supera "los límites de lo imaginable", ya que en el fondo está reivindicando el derecho de reunión de una organización terrorista.

"El presidente no puede amparar públicamente el incumplimiento de la ley, no puede liderar la rebelión contra una ley y no puede traicionar una ley porque en democracia la ley está por encima de cualquier cosa, está por encima del jefe del Estado y, por supuesto, del jefe del Gobierno", dijo. "Es sorprendente y ciertamente inquietante su actitud".

Incluso llegó a afirmar que el Gobierno "trata mejor" a Batasuna que al principal partido de la oposición. "Se trata con muchísima más deferencia y respeto a Batasuna que al PP y eso es una indignidad porque cuando el PP protesta porque Batasuna pueda celebrar un congreso, en lugar de criticar a Batasuna, el Partido Socialista de Euskadi critica al PP por protestar", agregó.

El presidente del PP manifestó que, si el Ejecutivo no impide la celebración del congreso de Batasuna, el propio Zapatero quedará desautorizado para exigirle al resto de los ciudadanos que cumplan la ley. Además, pidió una reflexión a los miembros del PSOE porque "a veces da la impresión de que a algunos les importa más un escaño que la Nación".

Finalmente, se preguntó "para qué vale" el trabajo que durante años han llevado a cabo las Fuerzas de Seguridad del Estado y el sufrimiento de las víctimas del terrorismo si, tras la ilegalización de Batasuna, no se impide que los dirigentes de esta formación celebren un congreso público en Bilbao.