Rajoy hizo esta declaración durante la lectura de un manifiesto que, en vísperas de la celebración del Día Internacional de la Mujer, rechaza esta lacra, que el año pasado dejó cerca de un centenar de víctimas en España, y pide que no se produzca "ni una más".

El líder de los populares reclamó "más medios materiales y personales, más recursos sociales, más juzgados de violencia, más efectivos de los cuerpos y fuerzas de seguridad y más coordinación con las comunidades autónomas" para que la Ley Integral aprobada por el Ejecutivo de Zapatero adquiera toda su eficacia.

A Rajoy no le importó reconocer que el PP apoyó la aprobación de aquella ley pese a considerarla "insuficiente" y aseguró que volvería a votar a favor con el Partido Socialista si se plantease ahora.

Sin embargo, instó al Gobierno a ser "implacable" en la lucha contra la violencia de género y coordinar cualquier medida con las comunidades y los ayuntamientos por ser las administraciones más cercanas a los ciudadanos y ser las primeras en atender a las mujeres que sufren violencia de género.

Además, apostó por una conducta de "tolerancia cero" contra este problema de manera que se consiga acabar con estos comportamientos violentos "dentro de nuestras familias y de nuestro entorno" porque "la familia ha de ser la primera trinchera en la erradicación de esta lacra".

"Cada víctima no sólo es una pérdida irreparable, es una vergüenza imperdonable que recae sobre la conciencia del conjunto de la sociedad y de los poderes públicos", dijo. "Es el fracaso de un modelo de sociedad".

Finalmente, Rajoy prometió luchar contra la violencia de género "hasta erradicarla". Para ello, pidió "echarle ganas y ser contundentes" contra este problema, que definió como "un atentado contra la sociedad, contra la vida de las personas y sobre todo contra la dignidad".