Durante la sesión de control al Gobierno, Rajoy vaticinó que la reforma fiscal prometida por Rodríguez Zapatero en su discurso de investidura no llegará a concretarse por la presión de sus socios parlamentarios y, sobre todo, porque el Gobierno "no tiene criterio".

Rajoy criticó que la reforma fiscal se haya comenzado a anunciar paulatinamente a principios de 2005 cuando no está previsto que entre vigor hasta 2007 y, por lo tanto, "no se liquidará" hasta 2008.

Por su parte, Rodríguez Zapatero replicó al líder de la oposición que la propuesta de reforma fiscal se presentará en las Cortes a finales de este año y se aprobará en el trámite parlamentario a lo largo de 2006.

El presidente del Gobierno explicó que no habrá "tipo único", sino una "reducción de tipos" en la reforma fiscal, y resaltó que se hará "con diálogo y transparencia". "Va a pasar lo que antes no pasaba, que ni había debate ni había transparencia sobre las reformas que ustedes hicieron", apostilló.

Zapatero añadió que "las sucesivas reformas de otros tributos e impuestos se producirán en tiempo y forma", y garantizó que el Gobierno estará "abierto" al resto de las fuerzas parlamentarias durante la tramitación en el Congreso.