Durante un mitin en Burgos, al día siguiente de que Zapatero asegurase que no se arrepiente de haber intentado acabar con la violencia a través del diálogo, Rajoy manifestó que los ciudadanos "al menos deben recibir una disculpa de aquel presidente de su país que les ha engañado como lo ha hecho".

"Ha mentido cuando dijo que no estaba negociando y lo estaba; ha mentido cuando dijo que había verificado el alto el fuego y no lo había verificado; ha mentido cuando en 2006 dijo que no hablaría de política con ETA y luego se demostró que hablaba de política; ha mentido cuando después del asesinato de Barajas dijo que suspendería las negociaciones y luego siguió hablando; ha mentido cuando dijo que no tenía pruebas para ilegalizar a los sucesores de Batasuna y ahora, por puro oportunismo político, los ilegaliza porque dice que ha encontrado pruebas", dijo.

Esta fue la única referencia de Rajoy a la banda terrorista ETA a lo largo de su intervención. El resto del discurso se centró en explicar su alternativa de gobierno después de cuatro años en los que considera que Zapatero ha confundido las prioridades.