ESTATUTO CATALUÑA

RAJOY, CONVENCIDO DE QUE EL ESTATUTO ES"LETAL" PARA EL FUTURO ECONOMICO DE CATALUÑA

MADRID
SERVIMEDIA

El presidente del PP, Mariano Rajoy, alertó hoy de que la reforma estatutaria de Cataluña es "letal" para el futuro económico de esa comunidad, y se erigió en defensor de los intereses de los catalanes sin tolerar que le llamen "anticatalanista" por el mero hecho de cumplir con lo que considera su obligación.

Rajoy clausuró una jornada sobre el impacto económico de esa reforma organizada por la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) que había sido inaugurada antes por el ex presidente del Gobierno José María Aznar.

Recordando su discurso durante el debate de investidura de José Luis Rodríguez Zapatero como presidente del Gobierno, Rajoy denunció que Cataluña no tenía como prioridad en aquel momento "expulsar al Estado" de su territorio, y aseguró que muchos se siguen preguntando "por qué había que cambiar" un sistema institucional que funciona razonablemente bien y que ha permitido a España vivir su mejor etapa.

Mientras en la Unión Europea se debate sobre políticas comunes que fomenten el progreso, denunció, en España "debatimos sobre qué somos", regresando con esas reflexiones "a algunos de los peores tiempos de nuestra historia" y caminando en la dirección contraria a la deseada por la mayoría de los ciudadanos.

"Cuando un Estado es débil, cuando un Gobierno es débil, cuando su presidente no tiene un proyecto ilusionante, potente y vigoroso en el que involucrar a todos sus compatriotas, acaban pasando estas cosas. Y, si el presidente promueve que pase esto, mucho peor. Y, si dice que aprobará lo que salga de un territorio en concreto, y en el último minuto promete lo que no puede prometer sobre financiación, el lío que se genera es mucho mayor", denunció.

Rajoy explicó a los suyos que se le han agotado los calificativos para esa reforma, pero sentenció que no es un proyecto contrario a la Constitución, "sino otra Constitución", que rompe el espíritu de la Transición y que crea, de hecho, un "Estado confederal" en el que un territorio, en este caso Cataluña, puede estar en los órganos que deciden sobre el resto, pero los demás no tendrán ninguna capacidad de influencia sobre lo que ocurra en Cataluña.

Se trata, sentenció, de "una enorme injusticia y de la ruptura de la soberanía nacional". El proyecto, recalcó, "es malo para España como nación, para los españoles, nos debilita, nos hace más pobres y nos hace perder prestigio internacional". Y, para los catalanes, es "nefasto", "letal para su futuro económico", y así lo advertirá aunque le cueste críticas de quienes piensan de otra manera.

"No acepto que quienes no tienen otro argumento digan que el PP es anticatalanista. Es más, voy a defender los intereses de los catalanes, y tengo la convicción íntima y profunda de que lo voy a hacer mucho mejor que muchos de los que han puesto sobre la mesa esta propuesta, y mucho mejor que el presidente del Gobierno".

En la inauguración de esta jornada, Aznar había elogiado a Rajoy por convertirse en líder de quienes se oponen a esta reforma y mantener el sentido común y el patriotismo. En su intervención, el presidente del PP devolvió el elogio poniendo el Gobierno de Aznar como ejemplo de que las cosas se pueden hacer "de forma distinta", generando crecimiento y empleo gracias al mantenimiento de la estabilidad institucional.

"Mi partido defenderá a las personas, no a los territorios", proclamó Rajoy, subrayando al mismo tiempo su intención de cumplir con su obligación de defender los intereses de todos los ciudadanos. "Me gustaría hacerlo con el presidente del Gobierno, pero él no quiere", añadió. Frente a quienes le reprochan una estrategia de división y confrontación, Rajoy concluyó que cumplirá esa tarea "hablando de unión, no de barreras; de acercar, no de dividir; y diciendo que sí a una España unida, plural, pujante y rica".

(SERVIMEDIA)
28 Oct 2005
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