Rajoy adelantó en la clausura de un Foro de Educación del PP que su formación rechazará la admisión a trámite del estatuto catalán en la Mesa del Congreso el 18 de octubre y votará en conta de la toma en consideración en el Pleno de la Cámara Baja el 2 de noviembre.

"No es un documento que se pueda maquillar. Este documento juega con demasiadas cosas que están en el alma y en el sentir de muchísimos millones de españoles. Juega con cosas muy importantes, juega con la nación", dijo. "No es un texto que admita tres o cuatro correcciones, ni 50".

El líder de los populares insistió en que, en el caso de tramitarse, el estatuto debería admitirse como una modificación de la Constitución ya que vulnera numerosos elementos de la Carta Magna. Además, reclamó el derecho de los ciudadanos a opinar en las urnas y volvió a pedir la convocatoria anticipada de elecciones si la reforma no se califica en el Congreso como constitucional.

Rajoy se comprometió a defender una "nación unida, soberana, plural y compuesta por ciudadanos iguales", lo que motivó a las más de 3.000 personas que abarrotaban el Palacio Municipal de Congresos de Madrid a ponerse en pie y ovacionar al líder de la oposición. "La nación del presidente del Gobierno es la libertad, la mía es España", apostilló.

UNA "MAQUINA DE CREAR PROBLEMAS"

Asimismo, adujo que Rodríguez Zapatero se ha convertido en una "máquina implacable de crearles problemas a los españoles donde no los había" y, a modo de ejemplo, citó su apoyo a la reforma del estatuto catalán o las avalanchas de inmigrantes en Ceuta y Melilla.

"Los españoles quieren ser españoles y Rodríguez Zapatero se ha equivocado. La gente no quiere reformas de la Constitución ni de los estatutos. Eso no le importa a nadie. La gente lo que quiere es que se aborden sus problemas reales, como la educación, y no quiere que se les cree problemas donde no existen".

Rajoy aseveró que el estatuto catalán es "un torpedo en la línea de flotación" de la Constitución puesto que se ha elaborado "de espaldas" a la sociedad catalana y porque "impone" un modelo de sociedad que resulta "letal" para la habitual iniciativa de la economía catalana.

En su opinión, si el presidente del Gobierno tuviera "agallas" y cumpliera con sus funciones "reconocería públicamente su error, rectificaría y diría que se ha equivocado".

Finalmente, exigió a Zapatero que demuestre "un poco de patriotismo y de responsabilidad" y pida al PSOE y a sus socios de gobierno que no sigan adelante con la reforma.