Según Ortega, sólo si se produjeran "descensos espectaculares en el IPC de los próximos meses o decisiones presupuestarias y liberalizadoras tajantes del propio Gobiern, supuestos ambos muy improbables", se podría producir un nuevo recorte del tipo de referencia del banco emisor.

El artículo reconoce la sorpresa que causó en los mercados la rebaja de medio punto efectuada por la autoridad monetaria en vísperas de la Semana Santa, especialmente, cuando acababa de publicar su informe sobre la inflación, en el que se advertía sobre algunos riesgos de tensiones inflacionistas.

En este sentido, Raimundo Ortega critica al Banco de España por esta actitud de cierta esuizofrenia, y le propone "en el futuro, escribir en román paladino y no practicar esa especie de juego del escondite".