Obiols llega a esta conclusión en un artículo que publica el último número de "El Socialista", en el que señala que la política exterior del PP es "errática" y está llevando a "un proceso de aislamiento progresivo".

Según Obiols, no se puede ir a la Unión Europea pregntando "cómo está lo mío", al igual que tampoco es de recibo la política hacia Cuba, con "los humillantes, inútiles y contraproducentes episodios que el Gobierno de Aznar ha producido".

El dirigente socialista añade que "no vamos a caer en la irresponsbilidad en la que incurrió el PP en la oposición en estos temas. Hicieron un flaco favor a los intereses españoles y cayeron a menudo en el ridículo más estrepitoso, como cuando el actual presidente del Gobierno, entonces líder de la oposición, llamó 'peigüeño' a González, pocas horas antes de que éste lograra para España y los españoles algo que ojalá Aznar logre simplemente conservar (y no está claro que lo consiga)".

Según Obiols, en los primeros veinte años de democracia se realizó una brillante política exterior basada en "el prestigio de las realidades internas: la imagen de una transición modélica, unos consensos básicos fruto de una generosidad inteligente, un esfuerzo competente de modernización en los más distintos ámbitos, y algunos intuicones y proyectos brillantes, como los Juegos Olímpicos de Barcelona o la Exposición Universal de Sevilla, que hoy la derecha quiere denigrar irresponsablemente".