Este tipo de malformaciones causa un tipo de epilepsia que no responde a la medicación contra las crisis epilépticas. Hasta el momento, el tratamiento convencional para estos enfermos es una operación delicada en la que se extraen los vasos sanguíneos anormales. Sin embargo, esta técnica puede causar problemas si los vasos pasan por una región crítica del cerebro, como la que controla el habla.

Tras dos años de seguimiento en pacientes a los que se les había sometido a una radiocrugía (o cirugía con bisturí gamma), los expertos comprobaron que el 53% de ellos no sufrieron más ataques, y un 20% habían notado una notable reducción de los mismos.