Estos hundimients se producían con frecuencia por inclemencias meteorológicas, como consecuencia de las batallas o por los ataques corsarios, y entre los tesoros que se exponen figuran los extraídos de barcos legendarios como el Santa Margarita, Nuestra Señora de Atocha o Nuestra Señora de las Maravillas.

Esta muestra, articulada a través de seis salas que van reproduciendo un recorrido imaginario por el itinerario habitual de la flota española que a partir del siglo XVI unía Europa y Asia por los océanos.

SEIS SALS

La primera sala está estructurada en torno a la noticia del descubrimiento del Nuevo Mundo, con diversas piezas y documentos que dejan constancia de ese encuentro entre dos culturas desconocidas entre sí y sirven de punto de partida de la carrera americana.

En la segunda sala se resalta la importancia de los metales preciosos en el comercio de la época y, entre otras curiosidades, presenta los principales utensilios y materiales para la manipulación y el transporte del mercurio.

Un tercer partado expone una detallada variedad de los productos que la Flota de Indias traían en sus bodegas, fundamentalmente especias, que se iban introduciendo en Europa a través de Sevilla y que cada vez estaban más cotizadas.

LA VIDA EN UN BUQUE

La cuarta sala repasa la arquitectura naval de la época, para lo cual presenta varias maquetas que tratan de reflejar la vida en un buque español y exhibe numerosos instrumentos de la vida cotidiana a bordo.

En la sala quinta se hace mención a los naufragio, que en aquella época eran muy numerosos, ya que muchas de esas expediciones acababan en el fondo del mar por muy diversos motivos, lo cual ha provocado últimamente un aumento de la afición a la arqueología naval.

Por último, se exhiben algunos restos encontrados en los veinte galeones naufragados en las costas de Vigo en 1702 tras ser hundidos por una armada anglo-holandesa durante la Guerra de Sucesión, que era una de las mayores Flotas de Indias organizadas.