Durante su intervención en el Club Siglo XXI, Quintás señaló que "el establecimiento de un límite razonable al progresivoaumento de la representación pública en los órganos de gobierno, trata de garantizar, para el futuro, la relevancia del protagonismo de la sociedad civil en sus órganos de gobierno".

En este sentido, consideró que ese límite de la representación pública contribuirá a mantener a las cajas de ahorros "alejadas de contingencias similares a las registradas en algunos países europeos, en los que la vinculación de las Cajas de Ahorros a los gobiernos regionales ha supuesto menores estímulos para el desarrolo de su eficiencia".

Sin embargo, el presidente de la CECA reconoció que la presencia pública permitió a estas entidades disfrutar de "cierto grado" de protección frente "a las exigencias del libre mercado", lo que ha llevado a las cajas a tener que afrontar "problemas con las autoridades de la competencia en el contexto del mercado único, obligándolas a costosas operaciones de desinversión y reestructuración".

Además de la función financiera y el desarrollo de la obra social, que hoy se sitúa enunos 1.000 millones de euros, Quintás vaticinó que las Cajas de Ahorros se consoliden a lo largo de la próxima década como "uno de los más importantes instrumentos de reflexión y acción de la sociedad civil para su perfeccionamiento, cohesión y equilibrio".