Tras la dimisión del socialista Javier Otano, después de conocerse que fue cotitular de una cuenta en Suiza, la Comunidad Foral vive una crisis institucional que, con toda probabilidad, no se cerrará hasta el próximo mes.

A mediados del pasado julio, el regionalista Miguel Sanz -único candidato que hasta ahora se ha sometido a un proceso de investidura- perdió cuatro votaciones en la Cámara navarra en donde sólo logró el apoyo de los 17 parlamentarios de UPN. Desde entonces, ada cinco días, Lola Eguren abre una nueva ronda de consultas destinada a conocer si un nuevo candidato tiene posibilidades de alcanzar su meta para reabrir el citado proceso.

De no ser así -alternativa que parece la más segura-, Sanz será designado presidente del Gobierno el 16 de septiembre, como cabeza de la lista más votada las últimas elecciones autonómicas.

Sin embargo, la presidenta del Parlamento anunció que continuará con sus rondas periódicas de consultas por si caben nuevas candidatura. Ello parece imposible mientras la dirección del PSN-PSOE continúe manteniéndose firme en su decisión de pasar a la oposición y no apoyar candidato alguno.