QUINCE DIAS DESPUES DEL ATENTADO DE CAPITANIA, ALGUNOS INMUEBLES AFECTADOS POR LA XPLOSION SIGUEN SIN CRISTALES
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Quince días después de la explosión de un coche-bomba en la plaza de la Cruz Verde, de Madrid, situada en el centro de la capital y a pocos metros de la Capitanía General Militar, algunos pisos continúan sin cristales, pese a los trabajos de los técnicos del Ayuntamiento.
El atentado afectó a 224 inmuebles, algunos de los cuales quedaron totalmente destrozados. El alcalde, José María Alvarez del Manzano, ordenó la inmediata reparación detodos ellos y el delegado del Gobierno en Madrid, Segismundo Crespo, recordó que el Estado dispone de una partida presupuestaria de 200 millones de pesetas para hacer frente a estas contingencias.
Pese a los trabajos de fontaneros de cinco empresas, las siete cuadrillas de carpinteros y varias docenas de obreros, algunos vecinos de la zona se han armado de paciencia para soportar las inclemencias meteorológicas.
El viento, la lluvia y la nevada que ayer cayó sobre la capital de España se "cuelan"en sus casas y ya han ocasionado más de un resfriado y alguna que otra gripe.
Eva, una niña de 12 años, tiene la nariz roja de tanto sonarse y la falta de cristales de su dormitorio ha provocado que haya tenido que cambiar de habitación. Similares molestias están sufriendo otros vecinos de los inmuebles afectados.
Los operarios alegan que tienen mucho trabajo y que instalan cuando pueden los cristales y los marcos de las ventanas, que quedaron hechos añicos a causa de la onda expansiva del coche-omba, cuya explosión provocó el pasado día 6 la muerte de tres capitanes del Ejército de Tierra, un soldado y un funcionario.
DE SU BOLSILLO
Aunque la misma tarde del atentado terrorista los técnicos municipales pidieron a los vecinos una lista con los daños sufridos en sus viviendas, los trabajos de reparación van más lentos de lo que pensaron en un principio.
Buena parte de los afectados optó por llamar a cristaleros y pagar de sus bolsillos las lunas rotas. Otros, sin embargo, confiaron en e Ayuntamiento, que les prometió instalárselas gratuita y rápidamente.
Los que decidieron realizar los arreglos por su cuenta piensan remitir las facturas al Ministerio del Interior y confían en cobrar los gastos, aunque sea dentro de algunos años.
La mayoría no muestran muchas esperanzas de que sean atendidas sus reclamaciones. El dueño de uno de los bares destrozados vio con sorpresa cómo hace unos días se derrumbaba el techo de los lavabos. Todos ellos quieren olvidar el atentado, pero los recurdos vuelven a sus cabezas en cuanto miran a sus ventanas.
El ministerio no tiene habilitada ninguna partida presupuestaria especial para indemnizar a los particulares que se queden sin propiedades por actos terroristas, según reconoció un portavoz. En casos extraordinarios, sólo el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid prevén ayudarles económicamente a reparar los desperfectos ocasionados en sus casas.
El inmueble más afectado por la explosión fue el situado en el número 1 de la calle de la Vill, ya que sus habitantes tuvieron que desalojarlo, junto al bar "Luarca", la librería "El Viaducto" y la tienda de bicicletas "Otero".
El bloque número 3 de la misma calle también resultó muy dañado por el coche-bomba y en los restantes se quebraron los cristales. Desde un primer momento, los operarios cifraron en un mes el tiempo que tardarían en arreglar los desperfectos en los pisos, que fueron sometidos a examen por parte de los bomberos.
A los efectos del atentado, hay que unir que la mayoríade las casas son bastante antiguas y que, en un primer momento, se temió por la solidez de sus cimientos.
Pero no solo los pisos resultaron afectados. La fuente de Diana, instalada en la plaza en el siglo XVII, también fue dañada por la abundante tornillería del coche-bomba, que actuó como metralla.
(SERVIMEDIA)
20 Feb 1992
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