Por otra parte, el comisario de Salud y Protección de los Consumidores, David Byrne, ha recibido también el apoyo de los Quince para presentar un Libro Blanco sobre seguridad de lo productos destinados al consumo humano.

Aunque todavía no se ha decidido nada sobre las funciones de la agencia, el comisario Byrne ha adelantado que pretende que trabaje en colaboración con las demás instancias y agencias nacionales encargadas de la seguridad alimenticia.

Uno de los posibles cometidos de esta agencia, propuesto por el comisario, es que realice labores de investigación científica y de análisis de riesgo, con el objetivo de incrementar la confianza de los consumidores europeos. E este sentido, Byrne ha subrayado la necesidad de que las autoridades competentes y los científicos den a conocer a los ciudadanos la mayor cantidad de información posible.

En cuanto al funcionamiento, el comisario ha aclarado que los científicos que trabajen en ese nuevo centro no podrán adoptar medidas concretas y sólo emitirán un dictamen científico. Corresponderá a los políticos decidir medidas tomando como base la opinión de los expertos. Los modelos que seguramente inspirarán a esta nueva agenci serán la Administración de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos y la Agencia Europea para la Evaluación de los Medicamentos (EMEA).

Por otra parte, los ministros de los Quince han animado al comisario Byrne a que continúe sus trabajos en el Libro Blanco sobre seguridad de los productos destinados al consumo humano. Byrne ha anunciado que presentará a la Comisión Europea este texto a mediados del mes de diciembre, y que en él incluirá la propuesta de crear la agencia independiente de seguridad y caldad de los alimentos.