Según la investigación realizada por el doctor Hugh Calkins en el hospital Johns Hopkins de Baltimore, el 95 por ciento de los 1.050 pacientes que se sometieron a esta intervención no volvió a padecer arritmias, y la posibilidad de que el paciente necesite un marcapasos se reduce a un 1 por ciento. Además, los expertos aseguran que esta técnica entraña muy pocos riesgos para los pacientes.

Los catéteres se insertan a través de los vasos sanguíneos dsde la ingle o desde un brazo hasta el corazón y queman el tejido que contiene conductores nerviosos causantes del fallo cardiaco.

El director de Electrofisiología del Colegio Médico de la Universidad de Virginia, Kenneth Ellenbogen, asegura que esta técnica puede ser una alternativa a los medicamentos que estos pacientes deben tomar de por vida.