El Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, ofreció estos datos a los periodistas después de entregar la memoria del año pasado al presidente del Congreso, Manuel Marín, para que los grupos parlamentarios conozcan este informe.

La memoria recoge los problemas "habituales" que se esbozan año tras año en las consultas y protestas dirigidas a esta oficina, que además de la sanidad, la justicia y la emigración se extienden también a áreas como la educación o la violencia doméstica.

Múgica explicó, asimismo, que a lo largo de 2004 se recibieron 28.990 quejas, frente a las más de 17.000 del anterior informe, lo que ha aumentado el trabajo en las respuestas y recomendaciones de la oficina del Defensor en un 66 por ciento.

Este incremento "no significa que las cosas vayan mal", aclaró el Defensor del Pueblo, porque ha habido "mejoras" en distintas áreas administrativas, sino que deja clara la confianza de los ciudadanos en esta institución a la hora de defender los derechos que consideran vulnerados.

Por último, destacó también el alto nivel de aceptación de las recomendaciones realizadas por la oficina del Defensor del Pueblo por parte de la Administración, que ha ascendido a un 65 o 66 por ciento.