El análisis realizado por la escuela de negocios muestra que la responsabilidad social es percibida por las pequeñas y medianas empresas "como un concepto ligado a grandes compañías o a prácticas fuera de sus capacidades económicas u organizativas".

Por este motivo, los editores del estudio, el profesor Josep Maria Lozano, y el investigador David Murillo, exponen la necesidad de adoptar el concepto de "competitividad responsable", ya que la RSC "responde a unos valores, pero también va ligado al interés pragmático de obtener una ventaja competitiva que garantice la pervivencia de la empresa en el mercado".

Según este informe, para las pymes el criterio más importante que legitima las prácticas de RSC es, en primera instancia, la mejora de las relaciones entre trabajadores y empresa.

El estudio analiza "en profundidad cuatro pymes que han sido reconocidas por sus aportaciones sociales o medioambientales": el proveedor químico de Reus T.Q. Tecnol, la empresa del Vallès del sector metalúrgico Paver y las barcelonesas Ascensores Jordá y Euroquímica de Bufí y Planas.