Rafael Urrialde, portavoz de la UCE, manifestó a Servimedia que "si es cierto quehay un grave riesgo para la salud, retirada de los productos, y si no se puede determinar a partir de qué umbral de ftalatos, por defecto, retirada".

La Unión Europea ha pospuesto para la semana que viene las medidas concretas urgentes a adoptar por las dificultades para encontrar un método homologado para determinar los valores máximos de ftalatos que puede tener un juguete sin que haya peligro.

Urrialde recalcó que "lo primero que tiene que haber es la protección de la salud de los consumidores y ante cualquier mínimo indicio de posible riesgo -y máxime cuando estamos hablando de niños-, retirada".

La UCE considera que ya se han producido suficientes pronunciamientos de organismos y retiradas voluntarias de fabricantes de juguetes como para dudar de la necesidad de una retirada drástica.

Por su parte, María Rodríguez, presidenta de la Confederación Estatal de Consumidores y Usuarios (CECU), señaló a Servimedia que "es absolutamente necesario aplicar una cautela radical en previsión de osibles daños, por lo que se deberían retirar del mercado inmediatamente, y además a través de una disposición obligatoria de la Comisión y no en ningún caso bajo el concepto de autorregulación de la industria".

José María Múgica, de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), valoró como "un intento de contentar a todos" la decisión de la Comisión. Además, pidió que se contemple la regulación del empleo en la fabricación de juguetes de otras sustancias también peligrosas, como los formaldehídos