Misha, nombre del puma, ocupa desde hace ocho años una jaula de grandes dimensiones, de color negro, ubicada en el jardín de una residencia particular de la calle Mesoncillos, en la citada zona residencial adrileña.

La propietaria del puma, que no quiso revelar su identidad, aseguró a Servimedia que el animal entró en el país cumpliendo todos los requisitos exigidos y que los trámites para su estancia los realizaron "a través de las embajadas de Estados Unidos y España".

Según ha podido saber esta agencia, EEUU tiene un programa especial para la protección del puma autóctono americano, a causa de la importante disminución de esa especie que persiste desde hace unos años, en sus reservas naturales. Un portavoz del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil aseguró a Servimedia que un puma que habita en España, siempre es de procedencia extranjera, porque no es una especie autóctona. Añadió que su departamento no tenía constancia de su existencia.

Añadió que miembros de ese servicio girarán, en los próximos días, una visita a la finca donde reside el animal para verificar su situación y realizar, sí procede, el decomiso del felino.

Por su parte, el responsable de especie protegidas de la Agencia de Medio Ambiente de la Comunidad Autónoma de Madrid, Jesús Peloche, indicó a esta agencia que no les corresponde ningún tipo de intervención, si los propietarios del animal tienen los papeles de importación en regla.

Peloche añadió que "no puede aplicarse al felino la normativa de la Convención de Washington, que regula el transporte de especies protegidas, al ser aprobada esta con posterioridad a la entrega del animal".