En un encuentro con periodistas, Caldera dijo que es "lógico" que los nacionalistas catalanes expliquen a su base electoral los resultados de las relaciones políticas que les unen a los populares, pero insistió en que es al Ejecutivo "a quien hay que pedir cuentas" de las declaraciones de Pujol.

Caldera comparó el pacto que en su día suscribió el PSOEcon CiU con la actual alianza entre nacionalistas y populares, para concluir que el primero siempre se tradujo en decisiones de carácter general que nunca produjeron desequilibrios territoriales, mientras que el segundo está provocando agravios entre comunidades como consecuencia de las nuevas cesiones del IRPF.

El secretario general del Grupo Socialista en la Cámara Baja citó como ejemplo de la inconsistencia del pacto entre PP y CiU el "conflicto" surgido recientemente entre los dos socios parlamentrios a propósito de la LOFAGE y de la figura de los subdelegados del Gobierno.

En este sentido, lamentó las manifestaciones del ministro de Administraciones Públicas, Mariano Rajoy, al "rebajar" y "degradar" las competencias el subdelegado con la única finalidad", a su juicio, de "agradar" a CiU.

Esta actitud, según Caldera, pone de relieve la "inseguridad" con que el Gobierno afronta sus responsabilidades, que están supeditadas a las exigencias de sus socios nacionalistas.