Pujol afirmó que "nunca gusta que le traten a uno mal, pero como sólo me entero de lo que quiero enterarme, dejo las cosas de Euskadi a los que son de allí".

Sobre la elección de José Augusto de Vega como presidente de la Sala Segunda del Tribunal Supremo la pasada semana, Pujol dijo que él nunca llamó a ningún miembro del Consejo General del Poder Judicial para influir en su decisión.

"No ha abido ninguna presión ni directa ni indirecta, lo que pasa es que por nuestra posición política desde hace dos años, nos encajaba mejor un magistrado con una posición más centrada y menos orientada en un sentido o en otro como eran los otros dos candidatos, según dicen, porque yo no conozco a ninguno de los tres", aseguró.