ESTATUTO CATALUÑA

PUJOL: "HAYA O NO ESTATUTO, SE DAN MUCHAS POSIBILIDADES DE QUE EL FINAL SEA NEGATIVO"

- Afirma que "la peor posibilidad sería que se aprobase un mal Estatuto presentado como bueno"

MADRID
SERVIMEDIA

Jordi Pujol, ex presidente de la Generalitat de Cataluña, se muestra pesimista sobre la reforma del Estatuto de esta comunidad y asegura que "hay muchas posibilidades" de que esta región salga perjudicada aunque al final no se apruebe la reforma de este texto, que se encuentra en proceso de debate en las Cortes Generales.

En una entrevista publicada hoy en "Abc", recogida por Servimedia, Pujol señala que ve "mal" la situación para la comunidad que él presidió durante muchos años y añade que, "independientemente de que haya o no Estatuto, creo que se dan muchas posibilidades de que para Cataluña el final sea negativo".

Sin embargo, indica que, "de todas formas, concedo un cierto margen a la esperanza, es decir, a un resultado realmente bueno para Cataluña. Primero, porque no sería la primera vez que finalmente las cosas se arreglan. Segundo, porque los catalanes tenemos la obligación de intentarlo hasta el final y para ello necesitamos creer que, aunque muy difícil, es posible".

No obstante, Pujol explica que hay tres posibilidades en este tema y que "es muy difícil que, tal como están las cosas, salga la única positiva para Cataluña -digo para Cataluña, no para el PSC o CiU o ERC-, que es un Estatuto realmente bueno en reconocimiento de la personalidad diferenciada de Cataluña dentro de España, en competencias y en financiación. De forma que se pudiese dar por terminado el pleito, por terminada la reivindicación".

"La peor posibilidad", añade, "sería que se aprobase un mal Estatuto presentado como bueno. Y luego queda que no haya Estatuto y que la cuestión siga abierta".

En relación a los efectos que podría acarrear la no aprobación de la reforma del Estatuto, Pujol prevé que "es muy difícil" que no se produzcan "consecuencias negativas".

En este supuesto, explica, "hay que recapacitar" porque "deberíamos estar todos ciegos para no darnos cuenta de que hay algo en España que no funciona".

Sobre el proceso de reforma del Estatuto, Pujol señala que la actuación general desde Cataluña fue "correcta" porque "no ha habido ni violencia ni radicalización, se ha apostado constantemente por el diálogo y la negociación, se ha acudido constantemente al asesoramiento jurídico y constitucional, se ha cumplido la condición de una amplia mayoría -en realidad, muy amplia-, no se ha dejado en ningún momento de subrayar la voluntad de que Cataluña se responsabilice a fondo del proyecto español".

Pero admite que "algunas de las cosas que han sucedido me han producido entre tristeza, frustración y enojo. Me refiero, por ejemplo, a la tremenda hostilidad, muy extendida, que ha habido respecto a Cataluña. Y conste que yo me esperaba algo de esto, incluso bastante de esto. Pero no tanto, ni sobre todo de una forma tan generalizada. Tan radical. Tan visceral en todos o casi todos los ámbitos y a todos los niveles (...). Esto va a dejar secuelas no fáciles de remediar".

ALGO "CHIRRIA"

El ex presidente de la Generalitat catalana subraya que "hay en la relación entre Cataluña y el resto de España algo más profundo que chirría. Algo que viene de muy lejos y que creíamos que ya no chirriaba tanto. Pero sigue chirriando, y mucho".

Pujol recalca que en el siglo XIX se hablaba de que España "se componía de la España llamada 'uniforme' o puramente 'constitucional' -coincidente básicamente con lo que fue la Corona de Castilla-, la foral, en aquella época se hablaba también de la colonial y 'la España incorporada o asimilada', que coincidía con la antigua Corona de Aragón. Esa asimilación, por lo menos en lo que atañe a Cataluña, no se ha realizado".

A este respecto, agrega que este concepto de Cataluña como parte de esa "España asimilada" "no ha sido nunca bien digerido por muchos españoles no catalanes".

Pujol destaca que "Cataluña es España, pero lo es a su manera. Con lealtad y sinceramente y seriamente comprometida en el proyecto español, pero sin dejar de ser Cataluña".

El presidente honorario de CiU subraya que Cataluña "ha sido un formidable motor de desarrollo español en lo económico, pero también en lo social y en lo político", y que "debe seguir siendo donante porque, pese a todo, tiene un PIB alto y un dinamismo propio notable".

Sin embargo, puntualiza que España ha progresado mucho en los últimos años y que no es "lógico" que "se sigan aplicando los mismos parámetros de hace 25 años", que han llevado a Cataluña a tener un déficit fiscal "muy alto".

(SERVIMEDIA)
15 Ene 2006
MGR