No obstante, Pujol no quiso expresar "una opinión especial" sobre la propuesta que el vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, le había hecho hoy para llegar ala cooperación y diálogo entre sus respectivos partidos, y comentó que los resultados se verían en la práctica.

Pujol y Serra se entrevistaron en Barcelona al coincidir en la toma de posesión del nuevo delegado del Gobierno en Cataluña, Miguel Solans.

El presidente del Gobierno catalán aludió también a las medidas anunciadas por el Ejecutivo socialista para hacer frente a la crisis y comentó que Convergència i Unió (CiU) no tomaría una postura después de oirlas en el debate parlamentario de mañan porque dijo que sólo tendría carácter informativo.

Según dijo, la posición de CiU respecto a los cambios económicos que emprenderá el Gobierno se concretarán a partir de septiembre, cuando se discutan los presupuestos del Estado. Sin embargo, insistió en la voluntad de los nacionalistas catalanes para ayudar al país a salir de la situación difícil en que se encuentra.

La reclamación de un mayor nivel de autonomía para Cataluña o la restitución del Estatuto de esta comunidad con las competencias ue tenía en 1979 suponen, en opinión de Pujol, otro aspecto totalmente diferenciado del ámbito económico.

En este sentido, reiteró que la reforma de la Administración periférica apuntada hoy por Serra debe comportar la desaparición de los Gobiernos civiles y anunció que el ministro de Administraciones Territoriales, Jerónimo Saavedra, tiene previsto reunirse con él en Barcelona a lo largo de este mes para concretar estas cuestiones.