Pujol hizo estas declaraciones en Toulouse (Francia), donde fue investido hoy doctor Honoris Causa por la Universidad de Ciencias Sociales de esta ciudad.

Según fuentes de Convergència, el presidente de la formación no está dispuesto a aceptar ninguna de las condiciones propuestas por Roca para volver a la secretaría general del partido, cargo que dejó en octubre pasado. En est sentido, Jordi Pujol ha hecho saber a los dirigentes convergentes que apoya el retorno de Roca pero no antes del mes de febrero, cuando se celebre el próximo consejo nacional de CDC.

Otras de las condiciones del presidente de Convergència para facilitar la vuelta del ex secretario general se centran, según las mismas fuentes, en la cesión del control de las finanzas del partido, entre otros puntos. Al parecer, Pujol expondrá a Roca estas cuestiones en la reunión que mantendrán mañana.

Por otra prte, el hecho de que el presidente de Convergència tenga la intención de presentar en el consejo nacional del próximo domingo un nuevo comité ejecutivo hace que la hipótesis de que quiera alejar a Miquel Roca de la dirección del partido cobre más consistencia.

Pujol podría incorporar en el comité cargos actuales de la Generalitat como el consejero de Sanidad, Xavier Trias, el comisionado para Asuntos Externos, Joan Vallvé, u otro hombre de su confianza, Joaquím Triadú.

Fuentes de Convergència aputaron asimismo que Pujol comentó la posibilidad de dimitir en el caso de que se produjera algún cambio en el orden del día del consejo nacional del domingo.

Este temor de Jordi Pujol se basaba en la recogida de firmas que los convergentes afines a Miquel Roca iniciaron hace unos días con la intención de forzar en el consejo una votación sobre el retorno del ex secretario general a este cargo. El documento podría contar ya con unas 60 firmas de miembros del consejo nacional de CDC.

Los recientes cmentarios de Roca a algunos de sus colaboradores sobre su deseo de volver a ocupar el número dos tanto en el partido como en la coalición que gobierna Cataluña han llevado a hacer creer que en caso de que no fuera aceptado por Pujol, el ex secretario general podría plantearse el abandono de la política.