José Ramón Garitaonaindía, Andoni Murgoitia, Igor Otadui y César Urrutxi, todos ellos residentes en Vizcaya, llegaron a Sevilla el pasado 26 de diciembre a bordo de un "Oel Corsa" propiedad de uno de ellos, para alojarse en casa de Nieto.

El coche, matrícula de Bilbao, infundió sospechas a un vecino de la barriada Pío XII de la capital hispalense, donde viven el saxofonista, su esposa, Ana Linde, y el hijo de ambos. Este vecino avisó a la Policía, que creyó en un principio que todos ellos formaban un "comando legal" de ETA, al carecer de antecedentes penales.

Desde un primer momento, la Policía afirmó que la operación estaba "en el aire", puesto que no se había econtrado documentación alguna ni en la casa ni en el coche que probase la relación de los jóvenes con ETA.

A los detenidos se les imputaba la colocación de artefactos en la localidad de Lora del Río, en el Hotel Alfonso XIII de la capital y en una sucursal del Banco de Europa, en pleno centro de Sevilla. Solamente explotó el colocado en el hotel.

Según relató Ana Linde anoche, en rueda de prensa, ella y su marido son amigos de los jóvenes vascos, quienes ya han visitado Sevilla en anteriores ocasones y que estas navidades habían acudido con un bonito en el maletero, para preparar un "marmitako", como pudo comprobar la policía al inspeccionar el vehículo.

"UNA CONFUSION"

Los familiares de los cinco detenidos explicaron esta mañana que todo se ha debido a una "confusión" motivada por la llamada del vecino, que sospechó al ver cuatro personas vascas en el inmueble.

Las mismas fuentes informaron que los jóvenes no han llegado a prestar declaración ante el juez, algo que ya adelantó en la trde de ayer el abogado de José Luis Nieto, que calificó la detención de confusa, "ya que no existe ninguna prueba contra los detenidos".

En este mismo sentido se pronunció ayer por la parte la Delegación del Gobierno en Andalucía, que apuntaba la posible puesta en libertad de los jóvenes por falta de pruebas.