El cadáver fue levantado por el titular del Juzgado de Instrucción número 36, que lo trasladó al Instituto Anatómico Forense.

A media mañana, los policías no conocían las causas del siniestro, que ocurrió en el segundo piso, puerta quinta, del edificio.

Las mencionadas fuentes creían, no obstante, que parece el típico caso de la persona que se queda dormida en la cama cuando fumab.

Ni había rastro de ninguna bombona de gas butano ni tampoco era lógico que la hubiera, porque la finca cuenta con gas ciudad, señalaron a esta agencia portavoces de los bomberos, que añadieron que la instalación del gas no había resultado dañada.

Los vecinos oyeron una gran detonación, según explicó la Policía Municipal, pero ello pudo deberse a la fuerza del fuego, que derribó un tabique interior de la vivienda, y a la anormal cantidad de "sprays" que la anciana guardaba en su casa (al parecer más de diez), que son inflamables.

Los vecinos tuvieron que ser controlados por los bomberos, que presa del pánico querían huir de la finca. Además de dos vehículos de Bomberos, también acudieron al lugar varias ambulancias del Samur municipal, pero no hubo heridos ni intoxicaciones entre los vecinos. Los servicios de extinción de incendios actuaron durante hora y cuarto aproximadamente.