Aunque estaba previsto que el anterior responsable de la cooperativa de viviendas de UGT volviese a salir de la cárcel de Carabanchel, en la que se encuentra desde el 29 de junio, el pasado día 1 para reanudar su comparecencia ante Moreiras, finalmente el juez acordó aplazarla para mañana dada la cantidad de trabajo que tenía para ese día, en el que había citado a Carlos Solchaga y Enrique Sarasola, entre otros.

En su comparcencia del pasado día 23, Sotos afirmó al magistrado que la anterior Ejecutiva de UGT, y concretamente Sebastián Reyna, Paulino Barrabés y Antón Saracíbar, conocía perfectamente la situación de la cooperativa, dado que era informada periódicamente desde 1988.

Indicó además que la crisis de IGS surgió tras la compra por parte de esta sociedad, a sugerencia de Reyna, de 4 empresas de UGT que estaban en quiebra y por las que desembolsó 3.000 millones de pesetas. Según Sotos, esa adquisición tenía la finaidad de salvar la crisis financiera del sindicato.

Sotos también acusó al anterior director general de Unial y yerno de Nicolás Redondo, Ignacio López, de engañarle "miserablemente" en la compra por parte de IGS de la aseguradora y señaló que la central se embolsó unos 1.200 millones de pesetas por la suma de las 80.000 pesetas que PSV le entregaba por cada contrato de los cooperativistas.

Las afirmaciones del ex gestor de PSV provocaron la inmediata reacción de los actuales responsables de UGT. ientras el secretario general, Cándido Méndez, reiteró que la responsabilidad en la gestión de la cooperativa es de Sotos, el sindicato hizo pública una carta dirigida por éste a Redondo a finales de 1992 en la que Sotos aceptaba su responsabilidad en el cese de Ignacio López al frente de Unial y ponía su cargo a disposición del anterior secretario general de UGT.