Sotos llegó a la prisión madrileña en un furgón de la Guardia Civil y siguió los trámites habituales de ingreso establecidos para los nuevos reclusos. Le tomaron las huellas, le hicieron las fotografías y la ficha de identificación, le cachearon y pasó a la ducha.

La dirección del centro penitenciario aún no había decidido, a las cinco y media de la tarde, a qué mdulo de ingresos se le iba a destinar. En este módulo de ingresos, en el que las celdas son individuales, deberá permanecer los días que la dirección estime convenientes hasta que se decida al lugar al que se le destinará. En este módulo se le va acondicionando a la vida que tendrá en prisión, a lo que se puede dedicar, sus derechos, sus deberes, etcétera.

Cuando abandone el módulo de ingresos, al ex directivo de la promoción de viviendas ligada a UGT se le asignará una celda de una galería determinad en función de sus características. Las citadas fuentes no descartaron que se le pudiera trasladar a otra prisión si las condiciones del preso lo requieren, como ocurrió en el caso de Mariano Rubio y Manuel de la Concha.

Estas fuentes tampoco descartaron que la decisión del juez Moreiras pueda ser modificada y dentro de unos días establezca una fianza y Carlos Sotos pueda salir de la cárcel tras pagarla.