Rodríguez Zapatero anunció en rueda de prensa su intención de presentarse al proceso de elección del candidato, abierto por el Comité Federal el pasado viernes.

Su intención es recabar los avales necesarios a través de las tres vías posibles. Así, en la reunión del próximo lunes pedirá el apoyo de la Comisión Ejecutiva, y también se dirigirá a los miembros del Comité Federal y a los militantes.

En este último caso, los estatutos establecen el aval necesaro en el diez por ciento de la militancia, es decir, unas 23.400 firmas. Rodríguez Zapatero se mostró claramente confiado en que superará ese porcentaje, pero no quiso trazarse ninguna meta concreta.

El tiempo para presentar candidaturas terminará el próximo 25 de septiembre. Si hay más de un aspirante, comenzará una campaña interna que culminará con la votación de los militantes y, en todo caso, el Comité Federal proclamará al candidato el 27 de octubre, un día antes del vigésimo aniversario de la vicoria del PSOE por mayoría absoluta en las elecciones de 1982.

Rodríguez Zapatero explicó que ha meditado esta decisión desde que fue elegido secretario general, hace algo más de dos años, aunque reconoció que desde ese mismo momento asumió que debía estar disponible para representar al partido en las urnas.

Desde entonces, explicó, ha dialogado con todos los sectores sociales y ha recorrido todas las comunidades autónomas, las ciudades más importantes y gran parte de los pueblos de España, comproando su diversidad pero también los problemas que aquejan a la sociedad.

Esto, junto con el apoyo recibido por parte de los dirigentes del partido y de muchos ciudadanos, "ha reforzado mis motivaciones para intentar ser el presidente del Gobierno de España".

EL MEJOR CAMINO

Esas motivaciones son, ante todo, su compromiso con la libertad que permite a cada ciudadano decidir su destino sin imposiciones ni intromisiones; su pasión por la política, entendida como diálogo, tolerancia y buen estilo;su convicción de que el socialismo es el mejor camino conocido para lograr nuevas conquistas sociales.

Por ello, aseguró que ganar las elecciones generales no es el fin último, sino el medio para "llevar el socialismo de los ciudadanos a la España de los ciudadanos", y demostrar la coherencia entre los objetivos y los logros.

El líder socialista insistió en que, haya o no competencia entre candidatos, éste es un proceso democrático y participativo, en el que todos los militantes cuentan a la hor de apoyar o no a un aspirante y decidir así sobre el resultado final.

"La esencia de la democracia es que pueda haber competencia y participación, y aquí puede haberla. No sé si eso pasará en otras latitudes políticas, pero aquí sí. Es nuestra forma de vivir", remachó.