Se pronunció de este modo tras conocer lo acodado en la reunión informal de ministros de Asuntos Exteriores de la UE que concluyó ayer, en la que se encargó a Javier Solana elaborar un informe sobre la nueva doctrina de seguridad europea.

Estrella, que también es vicepresidente de la Delegación española en la Asamblea Parlamentaria de la OTAN, declaró a Servimedia que "la Unión Europea necesita tener una política exterior, de seguridad común y de defensa propia, para que su peso político sea equivalente a su peso económico y comercial".

"Es requiere una definición de los intereses de la UE, que son intereses propios, y la capacidad de actuar de manera autónoma, y eso no supone división en la OTAN, al contrario, refuerza la contribución de los países europeos a la OTAN", explicó, a fin de articular la "nueva OTAN, la Alianza Atlántica del siglo XXI".

"La OTAN es una alianza formada por un conjunto de países, y hasta ahora tiene una enorme dependencia respecto de Estados Unidos, lo que se traduce en la hegemonía de este país", agregó. "LaOTAN del mundo actual exige un reequilibrio, que pasa por la asunción de mayores responsabilidades por parte de los europeos".

Por todo ello, Estrella considera "difícil de entender la actitud del Gobierno español contraria a esta iniciativa de un grupo de países que ha querido que se avance más. España siempre ha estado en esa posición", recordó, por lo que no caben "suspicacias ni recelos hacia esta iniciativa, que va en la auténtica dirección de más Europa".

"El Gobierno ha adoptado una actitu que rompe totalmente con la política que España había seguido en Europa. Era un país europeista, lo cual no era contradictorio con ser un país que defiende y apoya la Alianza Atlántica", apuntó, mientras que ahora "traza líneas divisorias en el seno de la UE, y plantea una disyuntiva que no existe entre la relación con Estados Unidos y la relación con Europa".

El diputado socialista advirtió de que lo que pretende el Ejecutivo de José María Aznar con esta actitud es "someter o hacer que sea subaltern la relación entre los países europeos a la relación con Estados Unidos, y eso va totalmente en contra de Europa, por lo que está condenado al fracaso".

En este sentido, concluyó, "será muy difícil de explicar para el Gobierno, y para el ministro de Defensa, Federico Trillo, que España no se suma a la iniciativa de avanzar más en una defensa europea, porque lo que ha defendido desde el principio era la línea tradicional de España. Si hay un giro, y ahora no se está por una defensa europea, tendrán quedar muchas explicaciones".