En uno de los pabellones de la Feria de Madrid Ifema, se reunieron militantes llegados desde todos los puntos de España, tanto en vehículos particulares como en los cerca de 200 autobuses fletados, según datos de Organización.

Fue una “fiesta”, como la definió la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, nada más subirse al escenario para dar las gracias a los más 170.000 afiliados del PSOE que “siempre” han estado “ahí trabajando desde la lealtad y el compromiso”, incluso en “momentos difíciles” como reconocen que han sido los últimos, con los ataques a las más de 130 sedes del partido.

“Ante las amenazas, insultos y mentiras, demostrar con las palabras y los hechos que somos diferentes”, lo que no significa “poner la mejilla”, expresó Narbona, sino recurrir a las herramientas de la “democracia” como hizo en su día el hoy ministro de Transportes, Óscar Puente.

Narbona pidió dar un nuevo impulso a las agrupaciones, como lugar de encuentro, y dio la “bienvenida” a las 1.440 nuevas personas que han pedido unirse al partido, cifra que adelantó Servimedia, en el último mes y medio.

En este acto donde se venían muchas banderas de España y de Europa, el PSOE ha reunido a todo el ala socialista del Ejecutivo, así como a la Comisión Ejecutiva del partido y a los líderes de las federaciones territoriales, y los presidentes autonómicos María Chivite (Navarra) y Adrián Barbón (Asturias), con la excepción del manchego Emiliano García Page.

A excepción de Sánchez, la presencia más destacada y aplaudida por los presentes fue la del expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, al que presentaron como el “compañero que siempre está en las buenas y en las malas" y al que Narbona agradeció por haber “contribuido, y mucho” al más de millón y medio de votos de más que lograron en las últimas elecciones generales.