López Garrido respondió así en rueda de prensa a las afirmaciones del portavoz del PP, Eduardo Zaplana, sobre la oposición de algunos grupos a respaldar una declaración institucional de condena a los últimos atentados.

Zaplana aseguró que sus intentos por consensuar esa declaración, que para ser leída debe ser respaldada por la unanimidad de la Cámara, se habían visto frustrado por las reticencias de ERC, Izquierda Unida y Grupo Mixto.

López Garrido explicó que los grupos quedaron en estudiar la propuesta del PP y respaldarla si había voluntad de todos, pero dejaron claro que el texto era "mejorable" y presentarían enmiendas, algo a lo que el propio Zaplana no puso objeción.

No hubo acuerdo, dijo López Garrido, porque "algunos grupos" no terminaban de estar complemante de acuerdo con el texto.

López Garrido no dio mayor relevancia a ese hecho, pero sí a la afirmación de Zaplana de que una democracia es sana cuando condena el terrorismo. Es cierto, dijo el portavoz socialista, pero también lo es que una democracia es sana "cuando hace todo lo posible para que no haya más terrorismo nunca, y en eso está empeñado el Gobierno".

Pidió por ello al PP "que colabore" en esa tarea, en lugar de "condenar, criticar, y descalificar al Gobierno". "El máximo de tiempo se lo dedica a eso, y es algo que no contribuye precisamente a acabar con el terrorismo", sentenció.

Desde Izquierda Unida también criticaron las palabras de Zaplana. Fuentes del grupo explicaron a Servimedia que el único contacto del PP fue una llamada telefónica de la diputada Ana Torme a última hora de la noche de ayer, únicamente para pedir opinión sobre un texto ya cerrado.

El portavoz Joan Herrera, dicen estas fuentes, no cerró la puerta a respaldar el texto pero advirtió que serían necesarias "múltiples enmiendas" y que, además, el 25 aniversario del 23-F no era la mejor ocasión para esa declaración institucional.

Había sido Izquierda Unida quien propuso inicialmente la lectura de una declaración institucional por ese 25 aniversario, que finalmente fue aprobada por el pleno del Congreso de los Diputados.

En Izquierda Unida creen que la intención real del PP no era negociar esa declaración sobre ETA, sino fijar su posición y no contra el terrorismo, sino contra la política del actual Gobierno.