El portavoz parlamentario del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, aprovechó la rueda de prensa posterior a la Junta de Portavoces del Congreso de los Diputados para agradecer la flexibilidad de todos los partidos, incluido el PP, al aprobar la nueva regulación de este debate.

Expuso los tres objetivos de su partido en este debate, el primero para el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. En primer lugar, los socialistas tratarán de introducir "sosiego" en la vida política frente a la crispación que el PP pretende instalar, según dicen desde el PSOE.

Los socialistas quieren también incrementar la estabilidad parlamentaria del Gobierno tanto en el mismo debate como en la votación de las propuestas de resolución.

Finalmente, intentarán "reforzar la unidad de los partidos en los asuntos de Estado", especialmente en la lucha contra el terrorismo.

En este punto, Pérez Rubalcaba denunció que ha sido el PP el que ha anunciado su intención de introducir la política antiterrorista en este debate, después de años en los que, pese a momentos "durísimos", la lucha contra ETA nunca estuvo sobre la mesa.

Ha sido el PP, dijo, quien ha introducido este asunto en el debate y quien incumple el pacto suscrito entre ambos partidos al intentar "sacar rédito político" de la lucha contra el terrorismo, utilizándola como instrumento para "desgastar" al Gobierno.

También dijo el portavoz socialista que el PP pretende convertir la financiación autonómica "en la madre de todos los debates" para evitar que se hable de otros asuntos, como pensiones, becas o empleo, y con el objetivo de colocar en primer plano "el viejo eslogan de que, con el PSOE, España se rompe".