Los socialistas indican que las tasas de descuento que aga el pequeño comercio en España por la aceptación de tarjetas de crédito es superior a la media de la Unión Europea, lo cual distorsina su competitividad.

Pese a que en 1999 se llegó a un acuerdo para la reducción paulatina y progresiva de la tasa de intercambio entre comerciantes y organizaciones de medios de pago, las tasas de descuento que pagan los comerciantes a los bancos están bajando en menor proporción.

Según datos de Copyme, subrayan los socialistas, en el año 2000 se registró un voluen de ventas pagadas con tarjeta de cinco billones, lo cual arrojó unos ingresos para el sistema bancario de 175.000 millones de pesetas.

La prestación de este servicio, concluyen, tiene para el sistema bancario unos costes que cobra a los comerciantes en forma de la tasa de descuento y unos beneficios que no descuenta.

En todo caso, puesto que la prestación de este servicio tiene un coste igual para cada operación que se realiza con tarjeta, consideran "fuera de toda lógica" que las entidades fiancieras cobren un porcentaje del volumen de facturación en lugar de una cantidad fija.

Demandan por ello al Servicio de Defensa de la Competencia que vigile para que no se vulneren las reglas de la competencia en todo lo relativo a medios de pago, y proponen que se propicie la unificación de las tres procesadoras actuales en una única independiente, como ocurre ya en Alemania.

Piden además al Gobierno que propicie un acuerdo entre las sociedades de medios de pago y las de comerciantes para fijaruna tasa unitaria, a pagar por los comerciantes, igual para todas las operaciones de venta pagadas con cargo a tarjeta. Esta tasa, puntualizan, reflejaría los costes medios de prestación de este servicio, incluido el riesgo para el sistema financiero.