El portavoz del PSOE en el Senado, Juan José Laborda, y el senador y ex ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, presentaron en la Cámara Alta esta iniciativa parlamentaria, que tiene la intenciónde que "los fiscales y jueces puedan investigar sin obstáculos" este tipo de actuaciones.

Concretamente, la proposición de ley, preparada por el grupo socialista bajo la coordinación de Belloch, prevé la modificación del artículo 149 del Código Penal, introduciendo un párrafo segundo con el siguiente contenido: "En todo caso se considerará comprendido en el párrafo anterior la mutilación genital femenina en cualquier de sus manifestaciones".

Las penas previstas para estos casos de mutilación oscian entre los 6 y los 12 años de cárcel. Con esta redacción se evitará, a juicio de Belloch, "cualquier riesgo de interpretación" por parte de los jueces.

En cuanto a la norma que garantizaría la persecución de quienes propicien desde España que la ablación en las mujeres se produzca fuera de nuestras fronteras, el PSOE propone una modificación del artículo 23 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, introduciendo un nuevo apartado que especifique como delito "la mutilación genital femenina en todas sus anifestaciones, siempre que los responsables se encuentren en España".

Con la frase "se encuentre en España" se pretende englobar a todos los ciudadanos, tengan la nacionalidad española o sean inmigrantes en situación legal o ilegal.

El ex ministro socialista dijo no tener datos del número de ablaciones que se puedan estar dando en nuestro país, aunque recordó que 134 millones de mujeres han sido mutiladas genitalmente, que las ablaciones se producen a un ritmo de 2 millones al año y que en 25 pases esta práctica es completamente legal, mientras que en otros 40 se tolera.

Belloch, que ya ha comenzado a recabar apoyos con el resto de grupos políticos para que la proposición salga adelante, recalcó las secuelas habituales de esta práctica: frigidez, quistes, lesiones renales, depresión, ansiedad o psicosis, cuando no la muerte por infección, dados los precarios métodos con los que se realiza, con cuchillas de afeitar, cristales, latas o piedras afiladas.

Por su parte, Laborda destacó que hy que respetar las tradiciones de los inmigrantes que vengan a nuestro país "siempre que respeten la integridad física y psicológica" de las personas, algo que claramente no ocurre en este caso.