Estos centros son empresas cuyo objetivo principal es proporcionar a los trabajadores con discapacidad un empleo productivo y remunerado que facilite su integración laboral en el mercado ordinario de trabajo.

En el año 2008 hubo 51.408 trabajadores en este tipo de centros que deben tener, al menos, un 70 por ciento de sus trabajadores discapacitados.

De entre las ayudas que reciben dichos Centros Especiales de Empleo destacan dos que permanecen durante toda la vida laboral de los trabajadores: la bonificación de la cuota empresarial de la Seguridad Social y la subvención del coste salarial.

La bonificación es del 100 por 100 y la subvención del coste salarial alcanza el 50 por cien del salario mínimo interprofesional para los puestos de trabajo ocupados por personas con discapacidad.

El Grupo Socialista entiende que en la actual situación de crisis "sería adecuado realizar un esfuerzo para intensificar el apoyo que desde los poderes públicos se les da a los Centros Especiales de Empleo para fomentar que sigan desempeñando su labor social".

En otra proposición no de ley, el PSOE pide la creación de un Registro de Centros Especiales de Empleo de ámbito estatal, que se ponga en marcha en coordinación con las comunidades autónomas.