Los socialistas pretenden implantar un modelo de organización administrativa "más ágil, eficaz y cercano al ciudadano". Para ello consideran que debe acometerse un proceso de simplificación de las estructuras administrativas, con el fin de adecuarlas a las funciones que les corresponden, y de racionalización de la gestión, para evitar duplicidades.

La iniciativa socialista recuerda que el ministro de Administraciones Públicas, Jesús Posada, anunció en mayo de 2000, ante la Comisión de Régimen de Administraciones Públicas del Congreso, la racionalización de estas estructuras y la necesidad de continuar el proceso de integración e servicios de la Administración Periférica en las Delegaciones de Gobierno.

Sin embargo, el Grupo Socialista denuncia que en estos dos años "no se ha avanzado nada en este proceso", a pesar de que ambos objetivos eran fundamentales en la Ley de Organización y Funcionamiento de la Administración General del Estado (LOFAGE).