Se trata de una ordenación distinta de la habitual para este debate, que se celebrará los días 11 y 12 del próximo mes de mayo, y la decisión definitiva habrá que tomarla más adelante.

Según esa ordenación, el debate comenzará con una exposición del presidente del Gobierno el día 11 y el posterior debate con los grupos parlamentarios.

Sin embargo, una vez que concluya ese debate del presidente con todos los grupos, el día 12, las propuestas de resolución no serían debatidas hasta el martes de la siguiente semana.

De esta forma, los grupos dispondrían de varios días para redactar y presentar sus propuestas, frente a las pocas horas que quedaban de margen en ediciones anteriores.

Los socialistas han propuesto también que las 25 resoluciones que cada grupo podía presentar se reduzcan a un máximo de diez, para evitar un debate sobre 200 textos, que podría resultar poco efectivo.

El portavoz de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, aseguró que su grupo respalda plenamente estas propuestas por considerar que el debate será más operativo.

También el portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Joan Tardá, juzgó "interesantes" ambas propuestas por el mismo motivo, permitirá trabajar mejor y presentar propuestas más analizadas.

Sin embargo, el portavoz popular, Eduardo Zaplana, anunció la oposición frontal de su grupo a la reducción de las propuestas de resolución. Considera "razonable" que haya más tiempo para proponerlas y negociarlas, pero no que se limite hasta ese punto la iniciativa de los grupos.

El socialista Alfredo Pérez Rubalcaba aseguró que este mecanismo es "mucho mejor que el que había" y se mostró convencido de la posibilidad de llegar a un acuerdo entre todos los grupos, "que ojalá sea por unanimidad".