Los objetivos de este proyecto de ley para la subcontratación en la construcción son reducir la accidentalidad y reordenar un sector que, según Membrado, padece una situación de "caos empresarial".

Para ello, la futura ley de subcontratación prevé regular las subcontratas, limitando su número y difereciándolas según sus prestaciones.

La proposición de ley que dio lugar a este proceso de trámite parlamentario fue presentada por Izquierda Unida, aunque finalmente se ha asumido como texto base de discusión el que resultó de las enmiendas presentadas por el PSOE.

Entre las enmiendas que el PSOE presentó al proyecto de ley impulsado por IU, destaca la creación de un registro de empresas de especial riesgo en el sector de la construcción, que incluya las actividades más peligrosas.

Además, prevé incorporar un libro de subcontratas, donde figuren las empresas que realizan trabajos en cada obra, así como planes de seguridad, personal formado disponible e instrucciones de coordinación.