El portavoz del BNG, Francisco Jorquera, pidió una revisión del Concordato que "después de 30 años" sigue regulando las relaciones entre el Estado español y el Vaticano, pese a su dudosa constitucionalidad, añadió.

Con esta proposición, el BNG planteó la necesidad de avanzar en la separación del ámbito público y el privado, en el que se situó a la religión. "No es lógico", argumentó, que en un Estado democrático y aconfesional se mantengan determinados "privilegios" en beneficio de la Iglesia católica.

En este sentido, subrrayó que el "adoctrinamiento" religioso debe estar fuera de los centros públicos y de los horarios lectivos. Asimismo, también criticó la participación de los fondos públicos en la financiación de la Iglesia.

Ante esta propuesta, el socialista Jesús Quijano señaló que la revisión del Concordato no estaba en el programa electoral del PSOE ni en las propuestas desarrolladas en el discurso de investidura del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Aunque puntualizó que esto no significa que la puerta a posibles cambios esté cerrada.

El diputado socialista aclaró que la consititucionalidad de este acuerdo "es opinable" y recordó que, por el momento, el TC ha considerado que este texto respeta la Carta Magna, aunque con "matices".

El portavoz de ERC, Joan Tardá, apoyó esta iniciativa porque desde su formación comparten "la necesidad de, en el siglo XXI, acabar con los privilegios de la Iglesia católica".

Tardá se refirió directamente a los socialistas y les pidió que permitan una revisión de este acuerdo, algo que "no se atrevieron a hacer en los 80".

Por este motivo, según el portavoz de ERC, "hoy -al PSOE- se les han subido a las barbas los obispos" y "ahora la sociedad está perdiendo el tren de la historia y la modernidad".

Tardá pidió que se elabore un "libro blanco" a modo de "hoja de ruta" que marque los pasos a seguir en este cambio y reiteró que si el PSOE no da este paso es porque "han sido víctimas de la COPE", a la que comparó a la radio de las Mil Colinas, en Ruanda.

Aitor Esteban, diputado del PNV y Jordi Xuclà, de CiU, que no apoyaron la propuesta, criticaron, sin embargo, que algunas manifestaciones de la Iglesia sean, en ocasiones, "más propias" del "poder político" que del religioso.

Por último, el diputado del PP Jorge Fernández Díez manifestó el rechazo de su grupo a la proposición del BNG y defendió la constitucionalidad de los acuerdos entre la Santa Sede y el Gobierno español.

Por ese motivo, aseguró que la proposición parte de unas premisas falsas y recordó que lo que distingue a Estados democráticos como los europeos, ya se definan como confesionales, aconfesionales o laicos es que respetan la libertad religiosa, algo que no pasa con estados "laicistas" como el turco, donde este derecho no está garantizado.