El actual Reglamento de Conductores, que regula el permiso de conducir, establece que quienes padezan enfermedad o deficiencia orgánica o funcional que les incapacite para obtener licencia o permiso de conducción de carácter ordinario, podrán obtener licencia o permiso extraordinario sujetos a las condiciones restrictivas que en cada caso procedan, circunstancia en la que se encuentran los diabéticos.

Con su iniciativa, el Grupo Parlamentario Socialista se hace eco de reivindicaciones de la Federación de Diabéticos Españoles, que opina que este tratamiento legal es claramente inadecuado para estas ersonas, ya que no se ha tenido en cuenta la evolución de la ciencia médica, el perfeccionamiento de las técnicas de autocontrol y la actualización de la cultura de los afectados, que en los últimos años ha modificado positivamente su calidad de vida.

Según los socialistas, de tenerse en cuenta estos factores y modulando las medidas adecuadas a las situaciones de los conductores, las personas con diabetes no suponen por principio un peligro a la hora de conducir un vehículo.

El PSOE pone de manifesto que la renovación de los permisos de conducción representa para estas personas unos gastos adicionales de fotos, impresos, tasas y reconocimiento médico con una periodicidad anual o semestral que no tiene cualquier otro ciudadano y que da lugar a una situación gravosa que resulta injusta.