Castro recordó que la declaración de la espina bífida como una enfermedad crónica es una "histórica reivindicación" de la Federación Española de Asociaciones de Espina Bífida, que hace esta reclamación desde hace veinte años.

La senadora socialista apuntó que los constantes cuidados especiales que necesitan las personas afectads, las periódicas intervenciones quirúrgicas, los largos periodos de hospitalización, el reto de la integración escolar, social y laboral, las limitaciones impuestas por las barreras arquitectónicas y el impacto sobre la economía familiar permiten sopesar "con crudeza" la realidad a la que se enfrentan miles de familias en España.

Según datos facilitados por la Federación Española de Espina Bífida, las familias afectadas proceden en su mayoría de sectores sociales con una situación económica media-baj.