En la rueda de prensa posterior a la reunión de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, el secretario de Organización, José Blanco, salió al paso de las informaciones que apuntan a vetos de la dirección del partido a algunas de las pretensiones del tripartito catalán.

"Este no es el partido ni el Gobierno de las imposiciones, sino el partido y el Gobierno del diálogo, y confiamos en que el diálogo dé sus frutos", sentenció Blanco.

Para ello, explicó, la intención de la dirección federal es "dejar trabajar" a los partidos catalanes para que puedan llegar a un acuerdo sobre una reforma estatutaria "ambiciosa" y que respete el marco de la Constitución.

Blanco insistió en que debe ser el Parlamento catalán el que marque los tiempos de aprobación de ese texto y defina sus contenidos, y el PSOE respaldará las reformas que hayan sido aprobadas con "amplio consenso" y sean constitucionales.

Lo mismo ocurre en el caso de Galicia, donde los tres partidos con representación parlamentaria concurrieron a las elecciones con la intención de reformar el Estatuto, y donde además se exige una mayoría cualificada que obliga a un entendimiento de los tres para sacar adelante la modificación.

Puesto que una eventual reforma estatutaria en Galicia debe estar previamente acordada entre socialistas, populares y nacionalistas, Blanco sentenció que el texto pactadoa será suscrito por la dirección federal del PSOE.

Blanco no quiso entrar en detalles sobre la negociación entre socialistas y nacionalistas para formar gobierno en Galicia, pero aseguró que "se dan las condiciones para un buen entendimiento", que se basará siempre en los intereses de los gallegos.

Aunque no quiso opinar sobre la exigencia presupuestaria planteada por el BNG al Gobierno central, Blanco reconoció que Galicia tiene "déficits" de desarrollo que deben ser corregidos, y que esa es la apuesta de José Luis Rodríguez Zapatero.

Subrayó, en este sentido, que la cohesión social y la vertebración territorial defendida por el PSOE pasa por apoyar especialmente a las regiones más necesitadas, como es Galicia, en parte, añadió, por la acumulación de falta de inversión de los gobiernos del PP.