El Consejo de Ministros aprobó esa cesión con unas condiciones que no satisfacen a los partidos catalanes, ya que establece la permanencia de las antenas y redes de comunicaciones instaladas por Defensa y del personal militar necesario para la vigilancia del recinto.

CiU defenderá esta tarde en el pleno del Congreso una proposición de ley que reclama la cesión "íntegra y sin condiciones" del castillo, incluido el espacio ocupado por las instalaciones militares.

El secretario general del Grupo Socialista en el Congreso de los Diputados, Diego López Garrido, explicó que el PSOE está negociando un texto que pueda ser "satisfactorio para todos", pero no avanzó ningún detalle de su contenido.

También Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) considera que las condiciones aprobadas por el Gobierno deben ser modificadas porque, de otra manera, el castillo quedaría en la misma situación en la que está ahora. "Para ese viaje no hacían falta tantas alforjas", dijo en rueda de prensa el portavoz de ERC, Joan Puigcercós.

En la misma línea, el portavoz de Iniciativa per Catalunya-Verds, Joan Herrera, alertó al PSOE de que esas condiciones deben ser modificadas y que, si no lo son, su grupo presentaría una enmienda de devolución al proyecto del Gobierno.

Los partidos catalanes atribuyen al ministro de Defensa, José Bono, las condiciones impuestas por el Gobierno para la cesión del castillo, y Herrera le acusó directamente de "alimentar la guerra de banderas" al incluir entre ellas que la de España deberá ondear siempre junto a la catalana y a la de la ciudad de Barcelona.

"Hacen falta más que buenas palabras, queremos que el Gobierno socialista no muestre sensibilidades que se parecen más a las de la derecha que a las de la izquierda progresita", dijo Herrera.